
En VOIRA, cada abanico es una pequeña obra de arte que cobra vida gracias al saber hacer de nuestros maestros artesanos.
Cada pieza nace de un proceso completamente artesanal que honra técnicas transmitidas de generación en generación.
Son manos expertas, formadas con paciencia y pasión, las que convierten materiales nobles en piezas únicas.

No existen dos iguales, porque no hay dos trazos idénticos. La singularidad de cada abanico es parte de su esencia, y precisamente ahí reside su verdadero lujo: en lo irrepetible.
Lejos de lo masivo, apostamos por la autenticidad, la imperfección perfecta y el detalle que habla por sí mismo.

Antes de que un abanico VOIRA cobre forma, hay un universo creativo detrás: la búsqueda de texturas, colores y materiales.
Diseñamos para reinterpretar lo clásico sin perder su esencia.

Una vez definido el diseño, comienza la labor artesanal: cortar, lijar y preparar minuciosamente cada varillaje.
En paralelo, las telas se cortan y se adaptan al ritmo y proporción de cada abanico.
Todo se hace uno a uno, con respeto absoluto por el material y por el tiempo que cada pieza necesita.

La primera varilla, llamada cabera, es el corazón de cada abanico VOIRA.
Es aquí donde nace nuestra identidad visual: una varilla pintada a mano que convierte cada pieza en una firma artística.
Es el gesto que nos define y distingue.

Hay una pieza que convierte al abanico en un accesorio: el cabo. Una pieza discreta, pero esencial, que permite llevarlo contigo cada día.
Cada cabo está cosido a mano en España, con la misma dedicación y cuidado que el resto del abanico.
Queríamos que cada abanico VOIRA no solo fuera único, sino también tuyo.
Por eso, incorporamos la opción de añadir un charm con tu inicial, una pequeña joya colgante que convierte el abanico en una extensión de tu identidad.

Además de ser un homenaje a la tradición, nuestra producción también mira hacia el futuro.
Trabajamos exclusivamente con materiales sostenibles y de proximidad, seleccionados no solo por su belleza y calidad, sino por su bajo impacto ambiental.
Al mantener todo el proceso en España, aseguramos un modelo responsable, ético y consciente.
Así, elegimos hacer menos, pero hacerlo mejor, porque la verdadera exclusividad también está en respetar el ritmo de lo hecho a mano y con propósito.